jueves, 30 de octubre de 2008

Discurso de Cristina Fernández en el ANSES


Martes, 21 de octubre de 2008
PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA FERNÁNDEZ, EN EL ANUNCIO
DE LA FINALIZACIÓN DEL SISTEMA DE AFJP

Muy buenas tardes a todos y a todas; señores gobernadores, señores
legisladores; señores dirigentes sindicales; señor Secretario General de
la CTA; señor Secretario General de la CGT: en principio pedir disculpas a
todos ustedes por estar aquí muy apretados en esta carpa, pero fue una
decisión de esta presidenta que este acto tuviera lugar aquí, en el ANSES,
no es una casualidad, no es un capricho, es simplemente la decisión de
también a través de lo simbólico saber que hoy estamos decidiendo sobre el
patrimonio de los jubilados de nuestro país, y el patrimonio de los
jubilados de nuestro país no tenía por qué estar en el Salón Blanco de la
Casa de Gobierno, tenía que estar aquí en el ANSES, en su natural lugar.
(APLAUSOS)

Creo que fue más que explícita y contundente la exposición de motivos
formulada por el titular del ANSES, pero permítanme compartir con ustedes
en esta tarde algunas reflexiones, la primera, la decisión que hemos
tomado. He leído por allí algún comunicado, alguna declaración en cuanto a
por qué así de repente esta decisión, es como si de repente un día, en un
mundo donde todo está normal y maravilloso, y en un país en el cual
tenemos una historia de mucha tranquilidad en todos los frentes, alguien
se levanta intempestivamente y decide tomar una medida de esta naturaleza,
creo que es obvio el contexto internacional y nacional en el que se adopta
una decisión, que sin lugar a dudas, es de carácter estructural, tan
estructural como la que se tomó en 1.994, claro que en otro marco nacional
y mundial, el neoliberalismo, el repliegue del Estado era total y
absoluto. Hoy en el mundo una vez más, cuando vemos que aparecen las
pérdidas es cuando vuelve a aparecer nuevamente la figura del Estado para
hacerse cargo de todo, como siempre además ha sucedido en la historia de
la economía de la humanidad, por lo menos en los últimos dos siglos, y
como también ha sucedido aquí en la Argentina, mucho más reciente en el
año 2001, cuando el Estado finalmente tuvo que hacerse cargo absolutamente
de todo el desmanejo de políticas en las cuales se presuponía que el
mercado y la teoría del derrame llegarían a todos.

Estamos entonces adoptando esta decisión en un contexto internacional
donde los principales estados integrantes del G8 y del no G8 también,
están adoptando una política de protección hacia bancos, como bien
señalaba recién Boudou, en este caso nosotros hacia nuestros jubilados y
nuestros trabajadores, pero lo cierto es que aquel discurso, aquel relato
que inundó comunicacionalmente nuestras vidas y las de todo el mundo, se
ha desmoronado estrepitosamente, y una vez más el Estado, las naciones,
las que siempre permanecen, desaparecen bancos, desaparecen empresas, pero
ahí están los estados para hacerse cargo finalmente de políticas que, como
recién Boudou hablaba, pueden ser calificadas con buena fe de erróneas,
pero que yo me atrevo a calificarlas sin lugar a dudas de políticas de
saqueo. (APLAUSOS) Todas las grandes crisis en nuestro país y en el mundo
han representado una fenomenal transferencia de ingresos de los sectores
menos favorecidos, de los más vulnerables, llámense trabajadores, llámense
pequeños ahorristas, llámense jubilados, llámense pequeñas empresas, a
favor siempre de las grandes concentraciones económicas.

Estamos sinceramente creo ante un final de época a nivel mundial y creo
que esto que hoy estamos haciendo aquí es una decisión estratégica en este
marco internacional, pero también en esta situación nacional que tenemos,
no ya desde ahora sino desde 1.994, y que ha venido profundizando tal cual
lo ha marcado el señor titular del ANSES en cuanto al régimen de
capitalización. Yo le agrego algunas otras perlas de las cual él se
olvidó, tal vez porque como tenía que hablar la Presidenta quiso ser más
breve, pero seguramente cuando vaya a hablar con los diputados y senadores
podrá explayarse. podríamos hablar por ejemplo de sistemas tan
sofisticados en este mercado de la capitalización que permitía que algunos
no pagaran Impuesto a las Ganancias, aquellos que mayor capacidad de
ahorro porque mayores ingresos tenían no pagaran por ejemplo a la AFIP el
Impuesto a las Ganancias y lo capitalizaran en una renta vitalicia aparte
de la obligatoria del Sistema de Capitalización y de esta manera hacer un
doble despojo, porque también se le sacaban fondos a la AFIP, que en
definitiva es al Estado, permitiendo un mecanismo de elusión, ustedes
saben la diferencia entre la evasión y la elusión, la evasión es aquella
que se hace violando la ley, la elusión es aquella donde la ley se crea
para hacer la evasión, esta es la gran diferencia, la explican los
abogados diferente, pero el resultado es este. En definitiva, entre otras
perlas, un sistema que evidentemente constituye un despojo y además una
clausura a lo que ha sido la base de todo Sistema Previsional hoy en el
mundo, la base de la solidaridad, porque presupone esencialmente la
asociatividad de los trabajadores y de todos aquellos que perciben un
ingreso, para poder hacer frente a la vejez y a los derechos de la
pensión.

También escucho decir que el Gobierno quiere hacerse de una caja, yo
quiero tener algunas precisiones respecto de esto: este Gobierno cuando
decide tomar intervención en Aerolíneas Argentinas no lo hace precisamente
pensando en la caja, lo hace pensando en nuestra línea de bandera, y en
lograr la conectividad de todo nuestro país a lo largo y a lo ancho. Nunca
hemos especulado a la hora de tomar decisiones más allá de cuidar, como
bien lo señalaba Amado Boudou el superávit fiscal, el tema de la caja;
cuando tomamos la decisión por incumplimiento de contrato de hacernos
cargo de la vieja Obras Sanitarias, Aguas Argentinas, que es la que provee
agua y desagües cloacales a toda la Capital Federal y a toda la región
metropolitana del conurbano, no pensamos en hacernos de caja, al
contrario, pensamos en los sectores más vulnerables de la sociedad que son
los que necesitaban esos servicios; cuando decidimos incorporar en la
jubilación inclusiva a más de un millón y medio de argentinos y argentinas
que habían quedado afuera de la protección previsional (APLAUSOS), porque
recordemos que un millón y medio de argentinos no tenían protección
jubilatoria y eso se debía esencialmente a dos cuestiones de carácter
estructural: primero, a la desocupación, que fue el mecanismo de ajuste de
la convertibilidad, la desocupación era fenómeno estructural a esa
política económica y, la segunda, precisamente, fue la capitalización,
porque quien no tiene trabajo no es atendido por ninguna AFJP, pero sí es
atendido muchas veces por distintos organismos del Estado cuando va a
pedir socorro o auxilio.

En ese momento tampoco pensamos en la caja, como tampoco lo hicimos cuando
luego de años de congelamiento o descuento, aumentamos trece veces los
haberes de los jubilados y los pensionados.
Tampoco pensábamos en la caja cuando por primera vez y para no quedar
sujetos ya a la mano del presidente o presidenta de turno, consagramos
legislativamente la movilidad jubilatoria a través del Parlamento
argentino. (APLAUSOS)

Sí pensamos en la Constitución, en esa Constitución que dice que es el
Estado el que debe garantizar las jubilaciones y las pensiones de los
argentinos.

Pero yo les propongo otra hipótesis. Supongamos que esta Presidenta o
supongamos que ese administrador piensan en la caja, ¿en qué caja
pensamos? En la de la ANSES. Yo les pregunto a los que quieren seguir con
el sistema de la AFJP: ¿a qué caja defienden o a qué caja quieren
representar? (APLAUSOS)

Asombra realmente y sorprende escuchar determinadas argumentaciones como
si la ANSES fuera de propiedad privada del señor Amado Boudou o de esta
argentina que les está hablando. Sorprende porque, además, puede ser
cotejada con todas estas acciones que nosotros hemos venido desarrollando
en defensa de los jubilados. Pero no solamente porque tengamos
convicciones éticas, sino porque estamos convencidos que, además, sostener
trabajo, sostener salario, sostener jubilaciones, sostener pensiones es
sostener la actividad económica que vuelve a retroalimentarse y permitir
entonces que cada vez la geste pueda estar mejor. (APLAUSOS)

Yo quiero -y porque estoy muy interesada en que podamos debatir este
cambio estructural que le estamos proponiendo a los argentinos y que sé
que muchos dirigentes y militantes de otros partidos que no son el mío,
han sostenido durante largo tiempo y pueden verse cientos de proyectos en
el Parlamento argentino, precisamente pidiendo que se tome esta medida que
hoy tomamos- que cuando debatamos este problema yo sé -y aquí permítanme
apartarme un poco de mi rol de Presidenta y acordarme de mis tiempos de
legisladora, acá hay muchos de ellos- que van a haber muchas presiones, de
toda índole y naturaleza, porque son pocos los intereses pero grandes los
dividendos. (APLAUSOS)

Creo, sinceramente, que los partidos populares y democráticos, aquellos
que creemos en el Estado, aquellos que hemos dado muestras concretas de
creer en el rol que debe cumplir insustituible e irremplazable el Estado,
vamos a acordar que realmente estamos ante un verdadero cambio estructural
estratégico de defensa de nuestros jubilados y de nuestros pensionados. Y
por eso también, para aquellos que no piensan estas cosas del Estado, que
todavía siguen aferrados al modelo neoliberal, creo que cuando las medidas
estatistas las toma Estados Unidos, Francia o Alemania, son medidas
simpáticas, inteligentes, pero que cuando las medidas en defensa del
Estado se toman aquí, en casa, concretamente, otra vez aparecen los
estatistas, otra vez aparecen los nostálgicos. (APLAUSOS)

Yo les pido a todos, a los partidos populares y democráticos que han
tenido un discurso sobre esto, una práctica y plataformas, y a los otros,
a los que piensan diferente, a los que critican acá lo que defienden en
Estados Unidos o en cualquier otro país del primer mundo, que por única
vez dejemos pensar cada uno en nuestro posicionamiento y pensemos en serio
en el futuro de la República Argentina (APLAUSOS), porque esta decisión y
esta elección que hoy estamos tomando trasciende a un gobierno, trasciende
a un partido político, porque bueno es reconocer que otros partidos
siempre pidieron que hiciéramos esto, y trasciende, esencialmente, a
nuestra generación, a la generación de los que hoy nos toca estar sentados
en la silla de un presidente, de una presidenta, de un gobernador, de una
banca. Esto tiene que ver con el futuro, esto tiene que ver con las
próximas generaciones, esto tiene que ver con un mundo que ha cambiado
definitivamente y exige también para nosotros, que repensemos qué país y
qué modelo le planteamos a las futuras generaciones, no solamente un
modelo económico. Porque el modelo económico y social que desde 2003
venimos llevando adelante, ha demostrado, pese a todos los agoreros, que
realmente estaba en un sentido justo: mercado interno, sesgo exportador,
diversificación, trabajo para los argentinos, buen salario, aumento de los
trabajadores en la participación del Producto Bruto Interno. Lo que ahora
tenemos que acordar entre los argentinos es que este modelo se
institucionalice políticamente para que no pueda volver a ser cambiado
cuando, tal vez, alguna otra teoría, como la del Consenso de Washington
dentro de unos años, encuentre comunicadores que le digan al país que todo
lo público es horrible y que el Estado no sirve para nada. (APLAUSOS)

Tenemos que tomar también resguardos culturales y comunicacionales. ¿Por
qué? Porque en un momento hasta habían convencido a casi todos los
argentinos que el Estado estaba de más. Yo me acuerdo todavía, no en
etapas democráticas, de propagandas donde alguien que se sentaba en una
silla fabricada en la Argentina se caía y se rompía y cuando se sentaba en
una silla fabricada en el extranjero era fantástica y maravillosa. Me
acuerdo todavía cuando nos decían que los ferrocarriles no servían para
nada y que era mejor cerrarlos, me acuerdo de muchas cosas.

Me acuerdo de cosas más recientes en la economía, porque saben qué, la
globalización tiene una inmensa ventaja: antes uno para darse cuenta de
los errores tardaba décadas o tal vez un siglo; la velocidad de las
comunicaciones, la vertiginosidad de los cambios, producto de la misma
globalización, es de tal magnitud que podemos comparar lo que ayer nomás
parecía muy bueno y que finalmente se vio que no era tanto y que el
Gobierno no estaba tan equivocado en algunas cosas que proponía, nada más
hace unos meses atrás. (APLAUSOS)

Quiero con esto convocarlos a todos a la necesidad de que cuando abordemos
los problemas de los argentinos, ya sea económicos o sociales en este
mundo tan difícil que hoy nos toca vivir, lo hagamos sin prejuicios,
tratando de despojarnos en la medida que podamos, porque siempre hay
intereses, si no hay intereses económicos habrá intereses políticos y
partidarios, pero tengamos en cuenta que si nos equivocamos, no van a
pasar veinte años para que alguien venga a pedirnos cuenta de las cosas,
nos van a pedir cuenta de las cosas que hicimos, que votamos o que no
votamos mucho más cerca de lo que todos imaginan como hemos podido ver.
(APLAUSOS)

Quiero decirles con esto, amigos y amigas, que estamos ante una decisión
estructural del Sistema Previsional Argentino, pero también y,
esencialmente, del sistema de cohesión social como el Estado en definitiva
garantiza que lo va a hacer, porque cada vez, como decía antes, que hubo
crisis, finalmente el Estado apareció: apareció garantizando la deuda
privada en 1982 estatizándola, volvió a hacerlo en el año 2001, siempre
aparece el Estado, pero el Estado aparece cuando las cajas que viene a
garantizar ya han sido vaciadas, saqueadas y no hay nada. (APLAUSOS)

Por eso, es muy importante esta decisión estratégica en defensa de
nuestros jubilados, de nuestros pensionados, en definitiva, de nuestro
futuro y lo hacemos con la convicción, pero con la profunda tranquilidad,
de ser absolutamente coherentes en todas y cada una de las decisiones y
cada una de las medidas que hemos tomado.

Creo que también, aunque muchas veces no sea un valor demasiado apreciado
el de la coherencia, que sigue siendo sí un importante valor político que
deber ser merituado por la sociedad y por todos nosotros. (APLAUSOS)

Quiero agradecer la presencia de todos ustedes y decirles una vez más de
nuestro compromiso con todos ustedes, con el país, con sus intereses, con
sus trabajadores, con sus empresarios, con sus estudiantes, con sus
jubilados, con sus pensionados; nadie vive una vida diciendo y proclamando
lo que siempre ha pensado, lo que siempre ha hecho, aún muchas veces a
costa de enfrentamientos que en el pasado me tocó tener, sin precisamente
tener esa coherencia y ofrecerla como testimonio a todos los argentinos de
nuestro compromiso con este país y con todos ustedes.

Quiero agradecerles y pedirles disculpas una vez más por lo apretaditos
que estamos hoy aquí, pero quería hacerlo aquí, en serio, en donde
realmente están los dueños de esos aportes, en la ANSES.

Muchas gracias y muy buenas tardes. (APLAUSOS)

viernes, 24 de octubre de 2008

CIUDADANIA


Los derechos en los hechos

Nunca una noche ha vencido al amanecer, y nunca un problema ha vencido a la esperanza.
B. Williams.

La realidad constituye uno de los principales instrumentos de análisis para comprobar el grado de cumplimiento y efectividad del texto de la ley. A partir de ella intentare encontrar el elemento que produce el quiebre entre el reconocimiento y el ejercicio, y una alternativa posible de solución.

Partiendo de este punto de análisis, podemos afirmar que en variadas situaciones los derechos se muestran como simples expresiones que mueren en los hechos, estando el individuo del otro lado del puente que lo distancia de su disfrute y ejercicio. Asimismo, esos derechos y garantías han sido los protagonistas, en muchos casos, de la discusión sobre su jerarquía, abandonando su carácter relativo y la armonización que debe regir en cada situación particular.

Desde el momento que entramos en el estudio de las ciencias jurídicas advertimos que los derechos han sido reconocidos a todos los habitantes por igual, y que no existe una jerarquía que lleve a la renuncia de uno por la vigencia de otro.

Ahora bien, la realidad esta cargada de hechos que son muestra de lo contrario. Sin entrar en el camino de la teoría y de un análisis doctrinario sobre estos combates jurídicos, podemos recorrer hechos que ilustran un denominador constante en el pasaje de la declaración al ejercicio verdadero de un derecho, instrumento que desvirtúa su objeto y finalidad, utilizado también para la resolución de conflictos entre dos o más derechos, ese elemento es la calidad de titular.

La calidad de titular permite distinguir, en muchos casos, quienes pueden verdaderamente ejercer sus derechos y quienes deben conformarse con su mera declaración, y asimismo un elemento de resolución ante el conflicto de derechos.

Nuestra Constitución Nacional reconoce, en su parte dogmática, derechos a todos los habitantes de la Nación, sin distinciones de raza, género, condición social, económica y política. Asimismo no reconoce derechos absolutos, siendo todos los derechos relativos y debiendo armonizarse en caso de conflicto.

Lo expuesto pierde relevancia a medida que pasamos de la declaración y el reconocimiento, a la verdadera acción. Momento en el cual, la mencionada calidad de titular toma un papel relevante para jerarquizar, reconocer y hacer posible su ejercicio.

La mencionada “calidad” representa la vara para medir la certeza con que una persona puede sentirse en ejercicio de sus derechos, jugando un rol fundamental la posición cultural, económica y social de su titular, por encima de cualquier reconocimiento de orden legal.

Comenzamos a transitar un camino vulnerable, donde los sujetos más débiles se enfrentan a los más fuertes. Ese escenario se proyecta sobre la base del debilitamiento de los derechos y las garantías de los primeros y en el fortalecimiento de los segundos.

De este modo, el mundo se construye a partir de rivalidades, de opciones que nos llevan a extremos, donde pocos ganan y muchos pierden. Se sienten voces que plantean desarrollo vs. medio ambiente, crecimiento vs. preservación, modernización y globalización vs. protección de los pueblos originarios, industrias vs. ambiente sano, etc. ... la construcción se realiza en el resultado final de los opuestos, dependiendo de la calidad del titular el triunfo de una u otra opción.

Lo expuesto constituye el relato de una realidad que nos acompaña día a día y de la cual debemos aprender. Resulta imprescindible la comprensión de un esquema para actuar en torno a el. El ciudadano debe avanzar sobre sus derechos, debe acompañar el camino que conduzca el texto a la verdadera acción.

Dentro de este esquema el gobierno, como uno de los elementos del Estado, tiene la función de garantizar, hacer respetar y reconocer los derechos de los habitantes de la Nación. La realidad de nuestro Estado nos hizo protagonistas de graves crisis, ausencias y faltas de gestión, que sumadas al clientelismo y la famosa “cadena de favores”, agravan aun mas la situación excluyendo al individuo de toda posibilidad de ejercer sus derechos.

De este modo, el derecho que se expresa en la ley, volcado a los hechos, lleva consigo un elemento, la “calidad de su titular”, que obliga a la reasignación de roles de dos de los instrumentos que conforman el Estado, los individuos y el gobierno, a efectos de que el derecho cumpla eficazmente su finalidad.

Lo expuesto implica que el individuo del pasado, sujeto pasivo, victima del sistema, se transforme en un sujeto activo que acompañe y participe en la gestión del país. Que los “olvidados” por el poder, sean parte del poder mismo, como protagonistas, como sujetos activos, y que la inclusión sea posible a través de las instituciones.

Es cierto que aquello que no nos mata, nos hace más fuertes y actualmente eso se esta demostrando. Desde el momento que comenzamos con el ejercicio de cuestionar determinadas cosas, justo ahí estamos dando los primeros pasos. Es fundamental un individuo activo y que el Estado-gobierno intervenga fuertemente para mejorar la situación de las victimas de la realidad que nos toca vivir, de una realidad que no es de hoy, sino que es el resultado de años de abandono y de desigualdad absoluta y que estamos a tiempo de cambiar.

Llego el momento en que nadie debe conformarse con lo que hay, y que aquello que constituye un derecho deje de ser la limosna de las campañas políticas que se utilizan a cambio de votos, generándose una dependencia absoluta a cambio de contar con lo mínimo e indispensable. De lo contrario estamos dando lugar a que la función se transforme en favor, y la gestión en un instrumento de negociación.

Es fundamental empezar a organizar un esquema de sociedad donde el derecho exista por encima de la persona. Donde lo importante sea el contenido de los derechos, independientemente de sus titulares. Un país donde se haga efectiva cada palabra plasmada en nuestra Constitución y se de valor a los valores. Un país donde las soluciones sean más justas y podamos ganar todos, aunque más no sea un poco. Una política que abandone la necesidad como elemento de poder y negociación y se comprometa realmente con la sociedad. Un Estado que permita el desarrollo de todos sin que sea a costa de la desgracia de otros, con Instituciones fuertes que cumplan eficazmente con su función. Un país que no se construya sobre la base de rivalidades, sino como resultado de la coordinación de intereses, resguardando los derechos de todos. Ese Estado esta empezando a gestarse, pero necesita de la participación y del compromiso de todos y cada uno de nosotros. Es fundamental el equilibrio de fuerza y compromiso de estos dos elementos: Gobierno y Sociedad, para que aquel elemento que desvirtúa el objeto y la finalidad de los derechos desaparezca definitivamente y que los derechos en los hechos, tengan la verdadera fuerza del Derecho.

martes, 21 de octubre de 2008

Lo “Social” en el Discurso de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la Asamblea Legislativa


Lo “Social” en el Discurso de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la Asamblea Legislativa
lunes, 10 de diciembre de 2007

FRAGMENTOS
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Este es un escenario diferente al de hace apenas cuatro años y medio, el 25 de Mayo de 2003. El Presidente, que está sentado a mi izquierda, junto a todos los argentinos cambió en estos cuatro años y medio ese escenario que teníamos aquel 25 de Mayo. Lo hizo en nombre de sus convicciones que son las mías y las de muchísimos argentinos que siempre creímos en el país y en sus hombres y en sus mujeres, en el pueblo y en la Nación, palabras que tal vez en tiempos de la globalización no suenen bien o suenen raro al menos, pero a poco de conocer a los países con más desarrollo económico y social e indagar en las claves de su crecimiento y de su desarrollo, uno puede encontrar en la defensa irrestricta de sus propios intereses, como Estados y sociedades, la clave de ese avance, la clave de ese desarrollo.
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Las ideas, los proyectos es lo que triunfaron este 28 de Octubre. Yo no me engaño, nunca he creído en los triunfos personales e individuales, descreo profundamente de ellos, porque creo en las construcciones colectivas y la sociedad. Este último 28 de octubre precisamente convalidó, ratificó una construcción política, social y económica diferente, lo hicimos con todos los argentinos.
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En el día de hoy, yo no quiero compartir con ustedes cifras o datos o venir a contar las cosas que hemos hecho en estos cuatro años y medio que han sido tan importantes, la renegociación, el pago del Fondo, la lucha sin tregua contra la desocupación, la indigencia, la pobreza en la que vamos obteniendo batallas y triunfos importantes, no el definitivo, porque siempre va a faltar la victoria definitiva mientras haya un pobre en la Patria. Esto lo tenemos muy claro.
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Pero quiero en esta tarde y en este lugar en el que estuve tantos años, reflexionar con ustedes acerca de lo que para mí son los cuatro capítulos fundamentales de este proceso que hemos iniciado el 25 de mayo de 2003 y que tiene en las instituciones, en la sociedad, en un modelo económico de acumulación con matriz diversificada e inclusión social y en nuestra inserción en el mundo, los cuatro ítems fundamentales: las instituciones.
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No es una cuestión menor, también espero que podamos colocar a todos los argentinos en pie de igualdad tributaria, de modo tal que no haya ningún argentino que no pague impuestos. Muchas veces cuando uno escucha algunas declaraciones precisamente de aquellos hombres que deben aplicar la ley y la Constitución, pero por sobre todas las cosas la garantía de la igualdad, porque si algo debe caracterizar el ejercicio de la democracia es la igualdad ante la ley, no solamente la libertad, es la libertad y la igualdad, la una sin la otra no funcionan. Y entonces cuando uno muchas veces escucha algunas declaraciones en cuanto a que esto no es posible, comprende muchas veces la desazón que envuelve a los ciudadanos y a las ciudadanas de a pie, como a mí me gusta llamarles.
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Quiero poner entonces, en este nuevo modelo económico de matriz diversificada, de acumulación con inclusión social que se ha puesto en marcha la clave para los tiempos que vienen; un modelo que, reconoce en el trabajo, en la producción, en la industria, en la exportación, en el campo, la fuerza motriz que ha permitido que millones de argentinos vuelvan a recuperar no solo el trabajo, sino además las esperanzas y las ilusiones de que una vida mejor es posible.
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Debemos encontrar aquellos que siempre hemos defendido a la educación pública, porque además, hoy, cuando se producen brechas de equidad en la sociedad son precisamente los sectores más vulnerables, los más pobres los que van a la escuela pública. Los que tienen plata pueden mandar a sus hijos a una universidad privada o a un colegio privado. Los que no tienen nada los mandan cuando pueden a la escuela pública, entonces todos los que formamos y forman parte de la escuela pública debemos encontrar formas dignas de lucha por los derechos que cada uno tiene pero esencialmente defendiendo con inteligencia a la escuela pública. Porque muchas veces con grandes objetivos, grandes discursos y grandes ideales hemos llegado a grandes fracasos. Mi generación de eso puede dar cátedra. Quiero entonces convocar precisamente para esta tarea que nos debemos todos los argentinos.
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Un Estado también que coloque a la infraestructura económica y social como otro de los ejes de la inversión y del desarrollo de la actividad económica, como lo hemos hecho en estos últimos cuatro años y medio donde estamos transformando el país. Pueden dar fe de ello los gobernadores que hoy nos acompañan, de todos los partidos políticos y el Presidente que está sentado a mi izquierda. Es casualidad no más que esté sentado a mi izquierda porque yo lo he repetido varias veces, no sea que se lo crea.
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Creo que esta gestión ha dado muestra suficiente de que no se ha reparado cuál era el origen partidario o ideológico del gobernador o del intendente. Creemos profundamente en la transformación, en el hacer y en el trabajar y hemos fructificado uniéndonos a hombres y mujeres de distinta pertenencia partidaria con un solo objetivo: cumplir con el mandato popular. No nos votan para que nos peleemos entre nosotros. Nos votan para que trabajemos por ellos, los ciudadanos y las ciudadanas. Esto creo, es lo que también tenemos que hacer para mejorar la movilidad social ascendente que ha sido precisamente lo que ha caracterizado a este país dándonos una poderosa clase media y que permite que hijos de trabajadores puedan llegar a la Primera Magistratura del país. Ese es el país que tenemos que reconstruir los argentinos, reconociéndonos -es cierto- en nuevos instrumentos y en nuevas políticas, porque vivimos también en un mundo diferente y de esto finalmente es de lo que quiero hablar, de nuestra inserción en el mundo.
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Ayer, en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno tuve la fotografía que creo que es la fotografía de nuestra historia, de nuestros orígenes, de nuestros intereses. Allí, el Presidente del Brasil que hoy nos acompaña, el Presidente de Ecuador, el Presidente de Paraguay, el Presidente de Bolivia, el Presidente de Venezuela junto a nuestro Presidente firmaban el Acta Fundacional de lo que espero sea un instrumento para la transformación económica y social de nuestros pueblos. Esta es nuestra Casa la América latina que también tiene nombre de mujer y que no significa que nos neguemos al mundo, el MERCOSUR, nuestro espacio al que esperamos que se incorpore a la brevedad Venezuela para cerrar la ecuación energética de América latina, porque alimentos y energía serán la clave de un futuro que ya está aquí en la puerta, que no es tan lejano.
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lunes, 20 de octubre de 2008

Renuncia de la Compañera Evita


Renunciamiento de Eva Perón

22 de agosto de 1951

En la Asamblea Popular realizada en la avenida 9 de Julio, que se constituyó en Cabildo Abierto del Justicialismo, Eva renunció ante el pueblo a la candidatura a la vicepresidencia de la Nación.



Excelentísimo señor presidente; mis queridos descamisados de la Patria:

Es para mí una gran emoción encontrarme otra vez con los descamisados como el 17 de octubre y como en todas las fechas en que el pueblo estuvo presente. Hoy, mi general, en este Cabildo del Justicialismo, el pueblo, que en 1810 se reunió para preguntar de qué se trataba, se reúne para decir que quiere que el general Perón siga dirigiendo los destinos de la Patria. Es el pueblo, son las mujeres, los niños, los ancianos, los trabajadores, que están presentes porque han tomado el porvenir en sus manos, y saben que la justicia y la libertad únicamente la encontrarán teniendo al general Perón al frente de la nave de la Nación.

Mi general: son vuestras gloriosas vanguardias descamisadas las que están presentes hoy, como lo estuvieron ayer y estarán siempre, dispuestas a dar la vida por Perón. Ellos saben bien que antes de la llegada del general Perón vivían en la esclavitud y por sobre todas las cosas, habían perdido las esperanzas en un futuro mejor. Saben que fue el general Perón quien los dignificó social, moral y espiritualmente. Saben también que la oligarquía, que los mediocres, que los vendepatria todavía no están derrotados, y que desde sus guaridas atentan contra el pueblo y contra la nacionalidad. Pero nuestra oligarquía, que siempre se vendió por cuatro monedas, no cuenta en esta época con que el pueblo está de pie, y que el pueblo argentino está formado por hombres y mujeres dignos capaces de morir y terminar de una vez por todas con los vendepatrias y con los entreguistas.

Ellos no perdonarán jamás que el general Perón haya levantado el nivel de los trabajadores, que haya creado el Justicialismo, que haya establecido que en nuestra Patria la única dignidad es la de los que trabajan. Ellos no perdonarán jamás al general Perón por haber levantado todo lo que desprecian: los trabajadores, que ellos olvidaron; los niños y los ancianos y las mujeres, que ellos relegaron a un segundo plano.

Ellos, que mantuvieron al país en una noche eterna, no perdonarán jamás al general Perón por haber levantado las tres banderas que debieron haber levantado ellos hace un siglo: la justicia social, la independencia económica y la soberanía de la Patria.

Pero hoy el pueblo es soberano no sólo cívicamente sino también moral y espiritualmente. Mi general: estamos dispuestos, los del pueblo, su vanguardia descamisada, a terminar de una buena vez con la intriga, con la calumnia, con la difamación y con los mercaderes que venden al pueblo y al país. El pueblo quiere a Perón no sólo por las conquistas materiales –este pueblo, mi general, jamás ha pensado en eso, sino que piensa en el país, en la grandeza material, espiritual y moral de la Patria-, porque este pueblo argentino tiene un corazón grande y piensa en los valores por sobre los valores materiales. Por ello, mi general, hoy esta aquí, cruzando caminos, acortando kilómetros con miles de sacrificios, para decirnos “presente”, en este Cabildo del Justicialismo.

Es la Patria la que se ha dado cita al llamado de los compañeros de la Confederación General del Trabajo, para decirle al Líder que detrás de él hay un pueblo, y que siga, como hasta ahora, luchando contra la antipatria, contra los políticos venales y contra los imperialismos de izquierda y de derecha.

Yo, que siempre tuve en el general Perón a mi maestro y mi amigo –pues él siempre me dio el ejemplo de su lealtad acrisolada hacia los trabajadores-, en todos estos años de mi vida he dedicado las noches y los días a atender a los humildes de la Patria sin reparar en los días ni en las noches, ni en los sacrificios.

Mientras tanto ellos, los entreguistas, los mediocres, los cobardes, de noche tramaban la intriga y la infamia del día siguiente, yo, una humilde mujer, no pensaba sino en los dolores que tenía que mitigar y en la gente a que tenía que consolar en nombre vuestro, mi general, porque se el cariño entrañable que sentís por los descamisados y porque llevo en mi corazón una deuda de gratitud para con los descamisados que el 17 de octubre de 1945 me devolvieron la vida, la luz, el alma y el corazón al devolverme a Perón.

Yo no soy más que una mujer del pueblo argentino, una descamisada de la Patria, pero una descamisada de corazón, porque siempre he querido confundirme con los trabajadores, con los ancianos, con los niños, con los que sufren, trabajando codo a codo, corazón a corazón con ellos para lograr que lo quieran más a Perón y para ser un puente de paz entre el general Perón y los descamisados de la Patria.

Mi general: aquí en este magnífico espectáculo vuelve a darse el milagro de hace dos mil años. No fueron los sabios, ni los ricos, ni los poderosos los que creyeron; fueron los humildes. Ricos y poderosos han de tener el alma cerrada por la avaricia y el egoísmo; en cambio, los humildes, como viven y duermen al aire libre, tienen las ventanas del alma siempre expuestas a las cosas extraordinarias. Mi general: son los descamisados que os ven a vos con los ojos del alma y por eso os comprenden, os siguen; y por eso, no quieren más que a un hombre, no quieren a otro: Perón o nadie.

Yo aprovecho esta oportunidad para pedir a Dios que ilumine a los mediocres para que puedan ver a Perón y para que puedan comprenderlo, y para que las futuras generaciones no nos tengan que marcar con el dedo de la desesperación si llegaran a comprobar que hubo argentinos tan mal nacidos que a un hombre como el general Perón, que ha quemado su vida para lograr el camino de la grandeza y la felicidad de la Patria, lo combatieron aliándose con intereses foráneos.

No me interesó jamás la insidia ni la calumnia cuando ellos desataron sus lenguas contra una débil mujer argentina. Al contrario, me alegre íntimamente, porque yo, mi general, quise que mi pecho fuera escudo para que los ataques, en lugar de ir a vos, llegaran a mí. Pero nunca me dejé engañar. Los que me atacan a mí no es por mí, mi general, es por vos. Es que son tan traidores, tan cobardes que no quieren decir que no lo quieren a Perón. No es a Eva Perón a quien atacan: es a Perón.

A ellos les duele que Eva Perón se haya dedicado al pueblo argentino; a ellos les duele que Eva Perón, en lugar de dedicarse a fiestas oligárquicas, haya dedicado las horas, las noches y los días a mitigar dolores y restañar heridas.

Mi general: aquí está el pueblo y yo aprovecho esta oportunidad para agradecer a todos los humildes, a todos los trabajadores, a todas las mujeres, niños y hombres de la Patria, que en su corazón reconocido han levantado el nombre de una mujer, de una humilde mujer que los ama entrañablemente y que no le importa quemar su vida si con ello lleva un poco de felicidad a algún hogar de su Patria. Yo siempre haré lo que diga el pueblo, pero yo les digo a los compañeros trabajadores que así como hace cinco años dije que prefería ser Evita antes de ser la esposa del presidente, si ese Evita era dicho para calmar un dolor en algún hogar de mi Patria, hoy digo que prefiero ser Evita, porque siendo Evita sé que siempre me llevarán muy dentro de su corazón. ¡Qué gloria, qué honor, a qué más puede aspirar un ciudadano o una ciudadana que al amor del pueblo argentino!

Yo me siento extraordinariamente emocionada. Mi humilde persona no merece el cariño entrañable de todos los trabajadores de la Patria. Sobre mis débiles espaldas de mujer argentina ustedes cargan una enorme responsabilidad. Yo no sé cómo pagar el cariño y la confianza que el pueblo deposita en mí. Lo pago con amor, queriéndolo a Perón y queriéndolos a ustedes, que es como querer a la Patria misma.

Compañeros: Yo quiero que todos ustedes, los del interior, los del Gran Buenos Aires, los de la Capital, en fin, los de los cuatro puntos cardinales de la Patria, les digan a los descamisados que todo lo que soy, que todo lo que tengo, que todo lo que hago, que todo lo que haré, que todo lo que lo que pienso, que todo lo que poseo no me pertenece: es de Perón, porque él me lo dio todo, porque él, al descender hasta una humilde mujer de la Patria, la elevó hacia las alturas y la puso en el corazón del pueblo argentino.

Mi general: si alguna satisfacción podría haber tenido es la de haber interpretado vuestros sueños de patriota, vuestras inquietudes y la de haber trabajado humilde pero tenazmente para restañar las heridas de los humildes de la Patria, para cristalizar esperanzas y para mitigar dolores, de acuerdo con vuestros deseos y con vuestros mandatos.

Yo no he hecho nada; todo es Perón. Perón es la Patria, Perón es todo, y todos nosotros estamos a distancia sideral del Líder de la nacionalidad. Yo, mi general, con la plenipotencia espiritual que me dan los descamisados de la Patria, os proclamo, antes que el pueblo os vote el 11 noviembre, presidente de todos los argentinos. La Patria está salvada, porque está en manos del general Perón.

A ustedes, descamisados de mi Patria, y a todos los que me escuchan, los estrecho simbólicamente muy, pero muy fuerte, sobre mi corazón”.

Frases de Evita


"De nada valdría un movimiento femenino en un mundo sin justicia social."
"Donde existe una necesidad nace un derecho."
"El mundo será de los pueblos si los pueblos decidimos enardecernos en el fuego sagrado del fanatismo."
"Sangra tanto el corazón del que pide, que hay que correr y dar, sin esperar."